Epidemia de dequeísmo.

Ya hace algunos años que vengo escuchando con tristeza como nuestro tan maltratado español, es rematado con un disparo más: el dequeísmo.

Copio la definición de dequeísmo, según Wikipedia:

«…utilización no normativa de la preposición «de» junto a la conjunción «que» en oraciones completivas u oraciones sustantivas de objeto directo»

En otras palabras, es usar «de que», cuando debes usar «que». Vamos a los tristes ejemplos:

«Sabemos de que …», «Esperamos de que …», «Me dijo de que …»

Ya solo escribirlo, me produce una desagradable sensación de rechazo, como para no querer mirar estas oraciones. No me considero un experto en el habla, pero errores como este suelen ser desagradables para quienes no estamos habituados a estas fallas en el lenguaje.

Crecí admirando el buen hablar de los personajes públicos, en los medios de prensa, en la televisión, en los documentales y de gente considerada culta.

Pero hoy en día me resulta deprimente ver como personajes importantes de la política, de la televisión y hasta de la prensa, caen en esta terrible deformación del lenguaje. Si los comunicadores sociales no se expresan bien, que podemos esperar de nosotros.

Este dequeísmo es como un virus silencioso que poco a poco va infectándonos sin que apenas lo notemos. Cuando lo adquieres, es muy difícil quitártelo de encima, no eres consciente de ello. No hay vacuna. Es mejor tratarlo desde el principio, cuando recién empieza la infección.

Mi consejo sería evitar la exposición a este virus. Evitar a los medios «infectados», que se expresan de esta forma. Hay varios programas de televisión de gran audiencia con dequeísmo en sus conductores. Es preferible la lectura, pero la buena lectura, de autores y fuentes reconocidas.

Si tienes este virus y no te has dado cuenta, podrías pedirle a un amigo o amiga con quien frecuentes, que te lo haga notar para corregirlo. Si eres consciente de que caes en esta falta, tómate tu tiempo antes de hablar (o escribir), y analiza la gramática de tu expresión, antes de expresarla. No te va a causar daño, el demorarte unos segundos antes de hablar.

En Internet se encuentran variados consejos para poder detectar los casos de dequeísmo en oraciones comunes. Espero que los expertos del habla nos puedan ilustrar en este tema.

No se si debemos culpar a nuestros sistema educativo o a nosotros mismos (Conozco a gente que viene de los mejores colegios particulares que caen en este vicio.). En todo caso, no se trata de buscar un culpable sino de ver como podemos mejorar en este aspecto.

Aclaro que no estoy criticando la forma de hablar de los pobladores de regiones aisladas geográficamente y que desarrollan ciertos «regionalismos gramaticales», si se me permite el término, que bien podrían considerarse parte del patrimonio cultural de las naciones.

Me refiero a quienes formamos parte de la gran comunidad de hispanohablantes que presumimos de tener educación superior, vivimos en grandes ciudades y tenemos facilidad en el acceso a la información de nuestra lengua. Existe una responsabilidad adicional en quienes publicamos o comunicamos, para un grupo grande de personas.

Ya para terminar, me despido con el deseo de que nuestros gobernantes y responsables de la educación,  recuerde que la cultura, incluyendo el buen hablar,  es un recurso valioso de nuestras naciones.

 

Y espero de que, …. perdón, quise decir, … espero que les vaya bien.

 

 


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